REDEFINIENDO LA AVENTURA
«Cualquier moto puede ser una moto perfecta para viajar si eres lo suficientemente valiente.» Hanna Johansson, la reina de las aventuras en moto a los mandos de una Modern Classic, nos cuenta su vida sobre dos ruedas y lo que la empuja a vivir aventuras sin fin.
Mi madre fue la que me metió en esto del motociclismo. Ella es motorista desde que era una veinteañera y me compró mi primera moto para practicar cuando yo apenas tenía 17 años. De niña tenía grabadas en mi cabeza sus fotos en Bali en las que aparecía sobre una moto a finales de los años 80 y estoy segura de que tienen algo que ver con mi actual pasión por el motociclismo y mis tendencias aventureras. Mi padre y mi hermano pequeño se sacaron el carnet unos años después que mi madre y yo, aunque se resistan a confesarlo. Estoy segura de que se inspiraron en nosotras.
Como veterana motorista y aventurera internacional, preguntamos a Hanna sobre su ritual de preparación de esos grandes viajes de aventuras. Esto fue los que nos contó:
La preparación es casi tan emocionante como el propio viaje, la anticipación lo inunda todo y la cabeza se me dispara. Lo primero que hago siempre es preguntar a mi alrededor. Con los años he descubierto que no hay nada mejor que una buena recomendación. Las cuentas de Instagram, los blogs y las revistas de viajes son también muy útiles para encontrar esos lugares únicos. A continuación, lo marco todo en Google Maps, desde las paradas hasta las carreteras, los lugares donde comer o donde descansar por la noche. A partir de ahí intento encontrar rutas entre todos los puntos marcados en el mapa, rutas que resulten exigentes para mí y para la moto. Aunque la planificación es importante, soy también una firme defensora de la espontaneidad. Algunas de mis mejores experiencias en la carretera han sido improvisadas. Montar en moto se basa en fusionarse con la carretera y con la moto, totalmente inmersa en la conducción y en lo que vas a encontrar tras la siguiente curva.
Mis mejores consejos para preparar un gran viaje:
1. Es TU aventura. Escucha a los demás, pero, sobre todo, escúchate a ti mismo.
2. Lleva equipación para distintas condiciones climáticas. Nadie se divierte en moto con los pies mojados o las manos heladas.
3. Muchas veces es mejor tener en cuenta el tiempo de viaje estimado que la distancia a recorrer. Al circular por carreteras secundarias atravesando pueblos y ciudades se suele tardar más que por la autopista.
4. Ten en cuenta los descansos en la planificación. A veces suelo reservar dos o tres noches en un mismo sitio para cargar pilas, tanto físicamente como mentalmente.
5. El primer paso en una aventura es el más duro. Hazlo, merece MUCHO la pena.
Siempre me pregunto qué es lo que más me apetece de mi lista de aventuras pendientes y es una de las preguntas que más me cuesta responder. Tengo un montón de sueños. En mi próximo viaje tengo previsto ir a Suiza y de ahí a las Islas Faroe y a Islandia. Llevan mucho, mucho tiempo en mi lista de seos, así que va a ser estupendo hacer por fin realidad este sueño. También tengo muchas ganas de ir a Sudamérica. Y rodar por Asia. Recorrer el sur de Estados Unidos. ¿Cuánto tiempo tengo para hablar de mis planes?
A medida que la comunidad motorista femenina va creciendo en todo el mundo, le hemos preguntado a Hanna cómo apoya a las jóvenes en lo que respecta a seguir sus sueños y dar el paso de adentrarse en el mundo de las dos ruedas.
Mi esperanza es que las mujeres de vean que montar en moto no se limita a mancharse de barro y grasa, es también algo profundo y espiritual. Montar en moto me proporciona un control total y no conozco mejor lugar que la soledad del interior de mi casco. Nadie puede molestarme ahí dentro, es mi mundo y me encanta. Ese intenso e inspirador sentimiento es algo que me acompaña incluso cuando no voy en moto. Creo que montar en moto me ha ayudado a entenderme mejor a mí misma y eso me ha convertido en una persona más independiente y feliz. Montar en moto significa libertad y está al alcance de cualquiera.
Si estás pensando en iniciarte en el motorismo, mi consejo es que vayas a una buena autoescuela, una en la que te sientas a gusto con los instructores. Aprende a conducir con seguridad a tu manera, con el tipo de moto con el que te sientas mejor... y tómate tu tiempo. Cada persona es distinta y los instructores tienen mucha experiencia. Eso crea las bases de tu estilo de conducción y acaba por darte la confianza necesaria para disfrutar al máximo de tus rutas. Si no sabes si montar en moto es lo tuyo, prueba a dar algunas clases. Si ves que no te gusta, pues ahora ya lo sabes y solo le has dedicado un rato de tu vida. Y si te gusta, bienvenida a una nueva manera de vivir.
La pregunta que me hacen con más frecuencia en redes sociales y en todo el mundo es qué moto me gusta más. Eso es casi tan difícil de responder como qué país me gusta más, pero si tuviera que escoger diría que la Speed Twin o la Scrambler 1200 XC. Te juro que no hay día que haya pasado sobre una de esas dos motos sin sonreír de oreja a oreja por lo confiada y libre que me siento con ellas. Y mi lema como propietaria de una moto es que si después de aparcarla no me giro al menos cinco veces para disfrutar de la buena pinta que tiene, no es la moto adecuada para mí.