TRIUMPH ORIGINALS | THE ZEUS CUSTOM
TAILANDIA

Moo se inició en el mundo de la customización personalizando su propia moto clásica. Tras preparar su moto para reflejar su propio estilo personal, lo compartió en las redes sociales y muy pronto todos sus amigos le pidieron que personalizara también sus motos. Se convirtió en un hombre muy solicitado. Así que en 2014 se trasladó a un sitio más grande, dejó su trabajo a jornada completa y fundó oficialmente The Zeus Custom. Y no se arrepiente de ello.
Su método muy concienzudo. Empieza con un análisis de las características de cada moto para identificar cuáles son las que encajan en el estilo de personalización de Zeus. A Moo le encanta ir más allá del diseño convencional y de las expectativas de sus clientes sin poner en peligro ni la integridad ni la identidad tanto de la moto y la marca.
“Triumph, y en especial la gama Bonneville, tiene una historia legendaria y el diseño de su motor nunca pasa de moda”.
¿Cómo llegaste al mundo de la personalización de motos?
Iba en motos deportivas hasta que tuve un accidente que casi me hace dejarlo. Tras recuperarme, me seguían encantando las motos y cada vez que me llegaba el olor a gasolina me entraban ganas de volver a montar, pero aún dudaba. Entonces, un día vi una moto clásica que me cautivó al instante. Me la compré y la modifiqué a mi gusto. Le hice fotos y las publiqué en las redes sociales, y pronto mis amigos me empezaron a pedir que personalizase también sus motos. Lo que empezó con una moto, pronto se convirtió en dos, luego cuatro, más tarde seis. A medida que la demanda crecía, me di cuenta de que mi taller era demasiado pequeño, así que me trasladé a un sitio más grande y dejé mi trabajo para dedicarme profesionalmente a la customización.
¿Cuánto tiempo llevas personalizando motos Triumph?
Hice mi primera Triumph en 2015. Era una Bonneville SE, el último modelo refrigerado por aire disponible en Tailandia antes de la transición a la refrigeración líquida. Hice una mezcla de estilos entre tracker y scrambler, con llantas de radios, neumáticos de tacos y un depósito metálico, pero sin elevar el escape. Su aspecto era rudo pero no del todo, ya que incorporaba marroquinería hecha a mano. Este estilo se convirtió en el referente de Zeus: rudo pero no demasiado oscuro, lo cual resulta atractivo para muchos motoristas.
¿Qué te impulsó a personalizar motos Triumph, concretamente de la gama Bonneville?
Triumph, y en especial la gama Bonneville, tiene una historia legendaria y el diseño de su motor nunca pasa de moda. Al trabajar, siempre priorizo el aspecto del motor por encima de cualquier otra cosa. La estructura del chasis de las Bonneville también da pie a una gran variedad de estilos de personalización: café racer, scrambler, tracker o incluso bobber. Es una plataforma que permite una creatividad infinita.
¿Qué crees que hace que la Bonneville sea una plataforma tan buena para la personalización?
El chasis de las Bonneville admite muchos estilos de personalización, a veces sin necesidad de cortarlo. Y el diseño del motor es un clásico tan atemporal que personalizarlo es facilísimo.
¿Tienes algún modelo Bonneville favorito sobre el que trabajar? En caso afirmativo, ¿por qué?
Me encanta la Bonneville T100 porque es una moto preciosa que se puede personalizar en muchísimos estilos: brat, tracker y muchos más. La nueva Speed Twin también es un modelo interesante, por su elegante depósito y el basculante tan bien diseñado que le da un toque más agresivo.
¿Cómo describirías tu visión de la personalización de motos?
Antes de empezar, analizo los fundamentos de la moto, qué aporta el fabricante y qué aspectos admiten el estilo de personalización de Zeus. A continuación, empiezo a incorporar los elementos característicos de Zeus, como la piel trabajada a mano y los detalles de estética vintage. Lo más importante es que, una vez personalizada, la moto siga siendo plenamente funcional y utilizable.
Si pudieras elegir a quién preparar una moto custom, ¿quién sería y por qué?
Uno de los proyectos más difíciles e importantes para mí fue el encargo de un cliente británico que había sufrido un accidente que le impedía usar las piernas, pero seguía soñando con montar en moto. Me preguntó si yo podía hacerlo realidad. Creé una moto con un sidecar especial y transferí todos los controles (frenos, cambio de marchas, etc.) al manillar. También tuve que instalar un sistema de marcha atrás. Este proyecto es el mejor ejemplo de mi máxima de que la personalización no es cuestión de la moto, sino del motorista.
¿Hay alguna regla de oro que sigas siempre a la hora de elaborar una moto custom, y alguna que te encante romper?
Hay una regla de oro totalmente inquebrantable: cada moto Zeus tiene que ser única, no puede haber dos iguales. En cuanto a la regla que me gusta romper, a veces me gusta ir más allá del encargo inicial y crear algo aún más alucinante.
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